Desde que fuera elegido en el draft -quizás incluso antes- su mentalidad ha estado bajo sospecha. Nadie duda de su potencial deportivo, de sus capacidades atléticas, de su talento o de su gen competitivo. Sin embargo, su capacidad para mantenerse centrado ha provocado más de una discusión. Pero tras firmar el acuerdo que le hará ganar 62 millones de dólares a partir del próximo julio, DeMarcus Cousins parece otro.
Una pretemporada más, se ha cumplido una ley no escrita sobre el jugador. Cousins ha ido subiendo cada verano su aportación al equipo: 14'2 y 8 en su año rookie, 15 y 8'4 en su tercer año (no se contabiliza el año sophomore porque sólo jugó un partido) y 19'3 y 8'6 en el presente. Unos números que se confirman en la liga regular: 14'1 y 8'6 en el año de su debut, y, 17'1 y 9'9 en su tercer año.
Según esta teoría, los números de Cousins este año estarán en torno a los 20'3 puntos y 9'7 rebotes por noche. Pero más allá de las estadísticas están los hechos, y de éstos los veteranos del equipo saben un poco.
"DeMarcus ha dado otro paso más con su liderazgo, y creo que eso está ayudando mucho al equipo", dice John Salmons, una de las voces más autorizadas del vestuario. "Definitivamente, él es mejor en liderazgo de lo que ha sido en los pasados años". Durante sus tres años en la liga, Cousins ha estado acompañado en buena parte de ellos por Jason Thompson. "Él es mucho más participativo y ayuda a los chicos jóvenes", hablaba el forward a Sactownroyalty.com.
La realidad es que en la cancha Cousins ha comenzado a aprovechar sus recursos. Con el paréntesis de los partidos contra Golden State Warriors (y la defensa de Andrew Bogut, posiblemente su mejor defensor de la liga), el jugador franquicia de Sacramento Kings ha evolucionado. Hasta ahora, hemos visto una versión más interior de Cousins, olvidando los -demasiados- tiros de cinco o seis metros y cambiándolos por movimientos en la pintura que aseguran puntos o faltas recibidas.
Sus cifras de pretemporada hablan por sí mismas, incluso contra defensas interiores como las de Los Ángeles Clippers ha sabido encontrar su hueco. Su rendimiento, fuera y dentro de la pista, será el punto de inflexión sobre el que girarán las ilusiones y expectativas de los Kings para el curso 2013-2014.
